Cerca del pueblo se extiende La Dehesa, compartida con los municipios de Villar del Cobo y Griegos, ofreciendo fuentes y merenderos que invitan al descanso en plena naturaleza. Frecuentada por una hermosa manada de caballos, agrega un toque especial a este rincón donde la naturaleza y la historia se entrelazan, creando un paisaje inolvidable.
Guadalaviar alberga una biodiversidad fascinante, desde pequeños mamíferos y aves hasta ciervos, jabalíes, zorros y diversas rapaces que dotan a la región de vitalidad y movimiento. Como la población más occidental de la Sierra de Albarracín, Guadalaviar se erige en la encrucijada provincial de Guadalajara y Cuenca.
Guadalaviar, pintoresco pueblo en la Sierra de Albarracín, descansa a los pies de la majestuosa Muela de San Juan, dentro de la Reserva Nacional de Caza de los Montes Universales. Este rincón montañoso despliega relieves cársticos erosionados y bosques de pino silvestre, que ofrecen un tapiz natural impresionante. El municipio, escenario de la ancestral trashumancia, ve pastar la ganadería ovina en verano, migrando en invierno hacia la meseta y Andalucía. La agricultura, limitada principalmente a las faldas de la Muela de San Juan, se integra armoniosamente con el entorno.
Desde Guadalaviar, nace el río del mismo nombre, que después de pasar por Teruel se transforma en el río Turia. A pocos kilómetros, el nacimiento del río Tajo se convierte en un monumento natural que rinde homenaje a esta maravilla hidrológica.
